En 2019, el Libro de Obras Digital (LOD), surge desde la necesidad imperiosa de mitigar riesgos que se arrastraron por años en las distintas etapas en proyectos de obras públicas, convirtiéndose en una herramienta segura, que mejora la comunicación, trazabilidad, transparencia, ahorra tiempo y con validez legal.
La usanza anterior, es decir el libro de obras antiguo, era un documento en triplicado, autocopiativo y foliado, que impedía la trazabilidad y orden de las interacciones de los distintos actores de la obra; lo que muchas veces redundaba en incumplimiento de plazos, multas, desorganización de los materiales, entre otras.
Cristián Oyarce, Gerente General de Hidrocivil, empresa dedicada a entregar servicios en la construcción de obras hidráulicas a nivel nacional, ha sido testigo de los cambios que han traído consigo los avances tecnológicos en su negocio. Hace 3 años que Hidrocivil implementó el LOD de la mano de SGO, avance que con sus 25 años de trayectoria en el rubro, valora positivamente.
“Nuestro proceso de implementación del LOD fue muy expedito gracias a la asesoría de SGO y además nuestros profesionales estuvieron a la altura y se adaptaron pronto. Yo soy de la escuela antigua y sé muy bien cómo se hacía antes, por eso es que con mucha propiedad valoro la forma en que trabajamos hoy”, afirma Cristián.
La problemática que SGO les ayuda a resolver es principalmente el orden de la comunicación entre mandante y contratista: “Nos ha permitido perfeccionar la redacción y comunicación de lo verbal a lo escrito a nuestros profesionales encargados de obra, obligándonos a mejorar la capacidad gramatical y de redacción”, comenta.
Cristián revela que en sus años de oficio le ha “tocado ver de todo” y, aunque siempre le ha exigido rigurosidad a su equipo en la redacción, hoy con el Libro de Obras Digital se mitigan muchos problemas relacionados a instrucciones verbales: ‘’Antes era usual el desconocimiento de acuerdos. Ahora eso prácticamente tiende a cero porque todo queda registrado en el LOD”.
Cristián concluye que este cambio normativo ha implicado que se acorten las brechas y profesionalizado el vínculo, aportando: transparencia para los actores involucrados, formalidad en el proceso constructivo y garantía de los acuerdos”.